
Increíble, pero cierto, cinco personajes se acercaron a mí de maneras en las que sólo ellos podrían pensar que serían sexy o llamativas. Era domingo por la mañana y cualquier mujer podría confirmar que lo único que deseamos hacer es descansar y no lidiar con las situaciones que encaramos semanalmente, especialmente si somos solteras. Nada mejor que tomar un cafecito, recostarnos en la cama y disfrutar la tranquilidad del día. Hay que revisar el email para no estar desinformadas, ver noticias o vídeos para relajarnos aún más. Y claro, ingresar al Messenger para saludar a aquell@s amig@s que como nosotras, conviven con el ocio una vez a la semana (como si Facebook no fuese suficiente). Pero como siempre pasa cuando no miramos bien, llega un bendito pajarito y nos bendice con su santo y tremendo talento de embarrarnos todo. Uno está bien, pero cinco… cinco pájaros diferentes… seres con plumas a los que di libertad hace tiempo y regresan por temporadas a regar la misma plasta que dejaron antes de irse. A ver si son fáciles de describir:
1. El idiota- el primero que me cagó fue de madrugada y lo primero que hizo fue encender la cámara web. ¿Por qué piensa que quiero que me vea? El idiota me ve ingresar y parece haber pensado que yo quería trasmitir mi única y verdadera imagen vía cámara para seducirlo quitándome la ropa por piezas, usando mis manos como calibre de medición con diferentes partes anatómicas y finalizar en un cibersexo con ciberorgasmo y cibervenida ¡¡¡SIN BIENVENIDA!!! Está bien, lo dejo verme por unos minutos para no perder la costumbre, pero de la barbilla hacia arriba. ¿Es necesario decir que el idiota no mostró su cámara? No, creo que estaría demás. También sobra mencionar que este personaje cortó la trasmisión en menos de cinco minutos porque no vio lo que esperaba ver por engreído y malcriado. Sí, estos son los llamados idiotas, ¿han conocido alguno? Son aves callejeras, en Arecibo les llamamos “machambos”, en San Juan les dicen “changos”, por internet son “idiotas”.
2. El impertinente- Tan lindo que eeeeeeeeees, pero tan jodón que suele ser cuando nadie lo invitaaaaaaaaaaa. Llegó el segundo, seguro de que sus heces le harían obtener un pedazo de mí. Claro, éste sí ofreció su cámara, pero no de cualquier forma. Se preparó, fue a la cama y estaba como decía mi abuelito, “esnú de la cintura pa’ arriba”. Qué mucha labia tenía, pues para colmo se sostenía del hecho de que somos amigos de años. Súper insistente, porque, tú sabes, si él está mostrando, yo también debía hacerlo. Sin embargo, NO PEDI UN SHOW GRATIS. Hay mujeres que les fascina eso, pero no son todas, y yo no soy todas. Además, a mí no me gustan los cagones como este, mucha caca para limpiar cuando se aburren de uno. El impertinente intentó varias veces obtener lo que quería, pero no se lo di (obvio), yo le proponía otro tema pero mágicamente insistía y veía ocasión para seguir haciendo peticiones. Qué impertinente. De la nada su cámara se apagó y apareció desconectado… me pregunto qué habrá pasado. ¿Me vería cara de impertinente? Nueva lección: es mejor un amigo de años que un impertinente con una cámara defectuosa. Canta palomita turca, que te vas a quedar ronca.
3. El estúpido- los estúpidos salen de la nada, así como cuando nos damos cuenta de que recién pisamos bolos alimenticios que un animal soltó por el recto. Este pichón ni sabe volar bien, es una vergüenza para la comunidad pichonezca. Sus colores distintivos son: falta de inteligencia, falta de inteligencia y más falta de inteligencia. ¿Qué? Claro que habló conmigo hoy, después de haberme dicho que no confiaba en mí porque soy latina y las mujeres latinas (específicamente las puertorriqueñas y las dominicanas) son unas locas descabelladas. Esta ave me caminó por encima varias veces por no saber volar. Como ha quedado demostrado que tampoco domina el canto, parece que tampoco escucha, pues hace tiempo le dije QUE ME DEJARA EN PAZ PERO SIGUE MUY OCUPADO CREANDO EXCREMENTO PARA ARRUINAR DOMINGOS. Me preguntó si continuaba molesta… qué estúpido. Después me pregunta que si estoy segura de que no estoy molesta… ¿me vio cara de estúpida? Si la visión reflejada fuera un talento, sería ese mismo el del estúpido de hoy y el de tantos otros que revolotean por ahí como el ave del arca de Noé (los estúpidos piensan “¡Diluvio de mujeres!” y luego no hallan donde asentar su pie, jajá). Bueno, no voy a seguir perdiendo mi tiempo con estupideces.
4. El necio- a esta especie le encanta estar enjaulada, y canta cuando le da la gana porque realmente no sabe qué hacer. Por eso piensa que todo lo que hace está bien hecho. Ni me acuerdo cuándo fue la última vez que hablé con este individuo, pero cuando me habla lo hace de una forma tan necia… como si nada hubiese pasado… o sea, nada malo, claro está. Sí, me embarró la vida por mucho tiempo y me cansé de seguirle dando semillitas, pero ya no cuido pájaros porque son seres con voluntad propia. ¿Como los necios? Sí. Mira, se atrevió hasta a decirme “hablamos luego mi nena, aunque a veces me odia, muaaaaaa”. Este animal me ha inspirado a crear una enciclopedia para aves, siendo el primer tema LAS MUJERES Y LAS FRUTAS SILVESTRES NO SON LO MISMO. AMBAS SON DULCES Y HERMOSAS, PERO LAS MUJERES NO TE PERTENECEN UNA VEZ LE PONES EL OJO ENCIMA. Este se parece mucho al impertinente, con la única diferencia de que el impertinente te quiere conquistar mientras el necio piensa que ya te tiene para siempre. El cockatiel que no deja de pitarte y decirte cosas morbosas en la casa, ese es el papa del necio. Pero el necio es más feo.
5. El menso- él no entiende, jamás lo capta, ni con mapa, ni con Power Point. Tú no le hablas, pasan los días y no lo saludas, te dijo hace tiempo que le gustas pero fuiste clara y le dijiste que no te interesa nada con él. Esa fue la cereza del postre dominguero que conseguí gratis. Es un menso porque sale de repente en la pantalla diciendo que no lo saludas… pero él tampoco saluda… y te dice mala, antes de reírse y decir que es broma. Le digo que estoy jugando, me pregunta que si lo invito a jugar. Le pego la dirección del juego, me pregunta que si ando ganando. Cuando termino mi juego se lo digo, me dice que soy una campeona. ¿Por qué, por qué me hace esto? Él sabe que no quiero nada con él, ¿por qué se pone al nivel de otro pop-up? Yo no quiero ser como otras chicas que son sumamente ofensivas y le tiran piedras a las aves, pero ¿tengo que ser parcelera pa’ que me deje tranquila? Por lo menos este orina, pero salpica y el meao apesta y se tiene uno que cambiar de ropa (o de carácter).
Sí, más tonta soy yo que no los bloqueo, ¿verdad? Pero al final del día las aves son libres para volar donde quieran. Me siento afortunada de poder entender la diferencia entre unas alas que violan los aires y los pies de un hombre firmemente puestos sobre la tierra. A los caballeros que están leyendo esto (porque sé que DEFINITIVAMENTE no son pájaros raros) les insto a que se alejen todo lo posible de la sociedad pajarera. A las damas, sean tan amables de informarme si existen otras especies de esta índole para evitar futuras cagadas.
2 comentarios:
muy bueno... gracias a tu esayo ya se q no debo hacer aunque nunca hubiese hecho esas cosas de verdad q se esmandaron esos pajaros... pero en realidad te quedo super muy bn!!
Me agrada cuando veo mujeres que entre las pocas describen indignadas los hombres entre los muchos.
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